Me parece muy positivo compartir la clase de plástica con la de música ya que compartimos tanto materiales como experiencias docentes.
En concreto, en el presente curso, el profesor de música coincide en el modo de trabajo y mantener el orden y la disciplina en el aula, lo cual hace más llevadera esta experiencia.
Me gustaría tener un aula propia pero es difícil en este centro que haya un aula que tenga lo básico para un aula de plástica: pileta, horno de cerámica, cañón de proyección...
Hemos tenido muchos problemas en años anteriores con los trabajos de plástica, dentro del aula y fuera de ella, ya que eso depende de que el resto de los profesores sean concientes de la importancia del respeto al trabajo y se lo muestren a sus alumnos. Hemos llegado a encontrar cabezas de barro rotas, trabajos colgados en los pasillos rasgados e incluso con esputos.
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